El
chile es el ingrediente fundamental en la comida mexicana y las salsas son su
derivado más popular, de estas encontramos verde, roja, negra, de chile de
árbol, borracha, ranchera, guacamole, mexicana (pico de gallo), de habanero y
más.
Las salsas de México son reconocidas a nivel mundial,
por el sabor tan especial que proporcionan a cualquier platillo, pero las
salsas tienen una gran historia pues desde la época prehispánica ya se comía con
diferentes tipos de salsas, cabe resaltar que no todas estaban hechas con
chile, algunas solo las hacían moliendo jitomate o incluso cacahuate mezclados
con especias, además de cebolla y cacao.
El objetivo de la salsa es acompañar a las comidas,
mejorando, contrastando o complementando su sabor, suelen ofrecer al paladar
diversas sensaciones que estimulan el gusto y el olfato, asimismo, ofrecen
color a los platillos. La enorme gama de chiles con los que cuenta México,
ofrece un sinfín de posibilidades para preparar, incluso, nuestras propias
creaciones.
Las salsas son el alimento que unifica las cocinas de
cada una de las regiones del país, de diferentes texturas, colores, líquidas o
espesas, crudas, cocidas, sencillas o extravagantes, pero al final, salsas. Y
pretender mencionarlas todas es tarea de titanes, sin embargo, podemos
mencionar las salsas más conocidas: verde, roja, macha, pico de gallo,
borracha, de molcajete, de chipotle, de chile habanero, de chile morita,
ranchera, de cacahuate, ¿recuerdas otras?
Que no se nos olvide: la comida mexicana siempre va
acompañada de una rica salsa ¡Buen provecho!
México produce anualmente casi tres millones de
toneladas de chile en todas sus variedades, de cebolla,
tan sólo Baja California, Sinaloa, Sonora y Zacatecas, producen en conjunto
casi 73 mil toneladas y de jitomate casi tres millones de
toneladas.
Sabías que…
La palabra mole proviene del vocablo náhuatl mulli, que
significa salsa y es por excelencia la salsa más mexicana.
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